En el Perú, gran parte de empresas sintieron un lento 2016, por un primer semestre con elecciones y uno siguiente en el que no vieron la recuperación esperada luego del triunfo de una opción que promueve la inversión empresarial. A cuatro meses de iniciado el 2017, cuya proyección de crecimiento económico (4.3%, FMI – enero 2017) era lo más prometedor en América Latina, los nuevos estimados se han visto reducidos por la influencia de los estragos del “niño costero”. Pero como muchos dicen, los problemas ofrecen las mejores oportunidades de implementar grandes cambios, y en este caso, los tiempos con entornos desfavorables son adecuados para trabajar hacia adentro, en la propia empresa.
Las empresas saben que deben ser eficientes, por tanto reconocen la necesidad de evaluarse y tomar acciones, sin embargo, lo complicado es identificar el momento de darse el espacio para reflexionar y tomar con entusiasmo la oportunidad que se les presenta. Nadie quiere parar sus operaciones para que lo estudien, y en tiempos difíciles todos quieren remar con más fuerza para vender un poco más: “no sería el momento de un estudio”. He ahí el reto para las consultoras: apoyar a las empresas en advertir que sí es el momento ideal, pues es justo cuando necesita dar un “salto” importante que mueva la curva de valor de la empresa, es el momento de iniciar una nueva ola de dinamismo. Se trata de impulsar iniciativas que reditúen en beneficios por ingresos y ahorros a la empresa, y especialmente lograr mejoras en el clima laboral.
Y, ¿por qué el clima se ve positivamente afectado? El consultor que facilita espacios para innovar entusiasmará a los trabajadores en un camino que incentiva su creatividad. Les permite ver de dónde parten, cuál es su potencial, cómo despojarse de sus paradigmas y atreverse a cambiar y crear. Dichas consultorías mueven el pensamiento de los participantes, les brindan el momento para reflexionar sobre las actividades que vienen realizando, sobre los asuntos que no son de atención urgente pero sí son importantes para su trabajo. Analizar aquello que podría ser crítico a mediano plazo si no se mejora, sobre la posibilidad de cambiar sus métodos de trabajo, sobre la posibilidad de crear, de innovar. La innovación genera nuevos métodos, productos y servicios.
Los participantes del ejercicio de la consultoría en innovación son los propios ejecutores de las actividades empresariales y se les presenta la oportunidad de hacer cosas de manera diferente, tal vez, como ya lo habían pensado en algún momento. Eso es lo que entusiasma y cambia el estado de ánimo de las personas; les permite sentirse parte importante del conjunto y a la vez percibir que emplean tiempo valioso en lo que les satisface, y que con gusto ponen en marcha sus aportes.
El interés en el trabajo favorece al clima laboral. Es un hecho que las personas se sienten mejor cuando ven que su trabajo es importante, cuando tienen la oportunidad de mostrar su potencial y cuando saben que su esfuerzo será reconocido.El resultado es implementar sus ideas, y así se adopta una nueva dinámica en la organización.
Desde la perspectiva del consultor, los esfuerzos en apoyar la innovación en las empresas son gratificantes, pues son los propios trabajadores quienes adoptan un ritmo de participación con entusiasmo, muchas veces contrario a la reacción de los trabajadores que deben acoger recomendaciones de un estudio realizado por terceros. El consultor percibe diferencia en los resultados de su asesoría: tradicionalmente, ofrece productos que en ocasiones no son inmediatamente aplicados o se toman parcialmente, lo cual no le transmite el nivel de satisfacción de su cliente; pero cuando se dinamiza el clima, percibe la satisfacción a través del ánimo de las personas.
En un tiempo cercano, el consultor podrá regresar y preguntar al cliente si se logró iniciar una etapa en la evolución de la empresa, si luego del estudio hubo tiempos de reflexión sobre algún tema de discusión, si se prendió el interés en la empresa para continuar con una práctica de mejora. De lo que sí el cliente puede estar seguro es que en una siguiente medición del clima laboral, habrá gratas sorpresas.
Dina Matos Iberico
Gerente General
Maestría en Administración de Empresas en la Escuela Superior de Administración de Negocios ESAN- de Lima, PERU, especialización en Dirección de Proyectos y Operaciones. Gerente General de Xperta Gestión Empresarial SAC. Consultora con más de 25 años de experiencia profesional y con especialidad en gestión de proyectos en el sector público y privado, con énfasis en la dirección y administración de proyectos de reingeniería de procesos, rediseño organizacional y fortalecimiento de organizaciones.