La importancia de la gestión de la innovación en la empresa peruana

por | Ago 16, 2023

La innovación es la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, proceso de producción o de distribución. Según el Manual de Oslo, hay cuatro tipos de innovación:  innovación de productos, innovación de procesos, innovación de mercadotecnia e innovación organizacional. Por lo tanto, gestionar la innovación resulta crucial para el desarrollo económico y la competitividad de cualquier empresa, independientemente del país en el que se encuentre. En el caso de un país en vías de desarrollo como Perú, la importancia de la gestión de la innovación se vuelve aún más significativa debido a diversos factores:

  1. Impulso del crecimiento económico: La innovación impulsa la creación de nuevos productos, servicios y procesos más eficientes, lo que aumenta la productividad y competitividad de las empresas peruanas en el mercado global. Esto a su vez contribuye al crecimiento económico del país. Por ejemplo, la innovación en la gastronomía peruana a nivel comercial fue un éxito total a nivel global, generando empleo, formación de especialistas y cadenas de valor que distribuyen ingresos a muchos sectores de la sociedad.
  2. Mejora de la competitividad: La capacidad de innovar permite a las empresas peruanas diferenciarse de sus competidores, ofreciendo soluciones únicas y adaptadas a las necesidades de los clientes. La competitividad es crucial para entrar en nuevos mercados y mantener una posición sólida en los existentes. Un ejemplo está representado por la empresa AJEPER (Grupo AJE) que elevó su competitividad en base a innovaciones organizativas y logísticas, hoy AJEPER es una industria multinacional de bebidas diversas con holding en España y presencia en 20 países, con 22 fábricas, 20.000 colaboradores y 120 centros de distribución propios.
  3. Generación de empleo y desarrollo social: La innovación no solo conduce al crecimiento económico, sino que también puede generar empleo en industrias emergentes y tecnológicas. Esto contribuye al desarrollo social y mejora las condiciones de vida de la población, tal como se ha reflejado en la innovación organizativa, tecnológica y comercial de los pequeños productores de café, cacao y frutas asociados en cooperativas de productores que actualmente exportan a diferentes países al igual que las grandes agroexportadoras.
  4. Atracción de inversiones: Las empresas que adoptan una cultura de innovación son más atractivas para los inversores, tanto nacionales como extranjeros. Una reputación de innovación y desarrollo tecnológico puede fomentar la entrada de capital extranjero y el desarrollo de alianzas estratégicas. En el Perú hay mucho potencial que aún está sin explotar, como la atracción de inversiones en los sectores tecnológicos modernos, así como en el procesamiento de productos primarios: pesca, acuicultura, energía renovable, minería y metalurgia de litio y metales raros, entre otros.  Se necesitan políticas promocionales para atraer inversiones en sectores de alta tecnología.
  5. Sostenibilidad y protección del medio ambiente: La gestión de la innovación puede impulsar el desarrollo de tecnologías más limpias y sostenibles, lo que es esencial para abordar los desafíos ambientales y cumplir con los estándares internacionales. Existe un amplio potencial de aplicación en la gestión sostenible de residuos y efluentes urbanos, mineros e industriales, en el desarrollo de energías renovables como la generación de electricidad solar y eólica, asociada con la producción de hidrógeno verde, un combustible limpio de uso interno y para exportación. En efecto, es posible aprovechar los desiertos costeros con elevada radiación solar y cerca del mar para producir hidrógeno verde por electrólisis de agua de mar, y también agua dulce para afrontar los impactos de cambio climático, tal como se viene impulsando y desarrollando en nuestro vecino país del sur.
  6. Adaptación a cambios y retos: Los países en desarrollo enfrentan desafíos únicos, como la globalización, la volatilidad económica y las crisis. La innovación permite a las empresas peruanas adaptarse rápidamente a los cambios y superar los obstáculos. Aplicando técnicas de gestión como la vigilancia tecnológica, la inteligencia competitiva de mercados, la transformación digital y la inteligencia artificial es posible que las empresas del sector productivo del país alcancen un nivel de competitividad sostenible a nivel global.
  7. Fortalecimiento de la investigación y desarrollo: Fomentar la gestión de la innovación puede impulsar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en el país, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en otros sectores y en la generación de conocimiento local para un desarrollo sostenible en armonía con los recursos de la Tierra.
  8. Aumento de la exportación de tecnología: Con una sólida base de ciencia, tecnología e innovación, las empresas peruanas pueden desarrollar tecnologías y productos de alto valor agregado, que tengan potencial de exportación como los computadores, teléfonos móviles, medicamentos, grupos electrógenos, aeronaves, vehículos, motores, instrumentos médicos, software, etc. Sin embargo, los productos con alta tecnología sólo representan el 0.4% de las exportaciones peruanas, siendo superados por todos los países de la Alianza del Pacifico: México (22.5); Colombia (1.9%) y Chile (0.7%); incluso otros países de la región como Brasil (4.5%), Argentina (2.6%) y Ecuador (0.8%) exportan más manufacturas de alta tecnología. Sólo superamos a Bolivia (0.1%).

En resumen, la gestión de la innovación es una herramienta poderosa para el desarrollo económico, social y ambiental de un país en vías de desarrollo como Perú. Para una empresa es el único camino para alcanzar una competitividad sostenible a nivel global. Promover una cultura de innovación en las empresas, invertir en I+D y apoyar políticas públicas que fomenten la innovación son pasos clave para potenciar el crecimiento y la competitividad del país en el escenario global. 

Javier B. Verástegui

Consultor en Innovación

Ingeniero Industrial. Master (DEA) en Química Analítica. Ha realizado estudios sobre vinculación universidad-empresa, gestión de la innovación, ciencia ambiental, desarrollo sostenible, propiedad intelectual, recursos genéticos, biodiversidad, biotecnología, alimentos funcionales y bioenergía en México, Canadá, Chile, Portugal, Estados Unidos y China. En Perú ha sido Jefe de Energías Renovables y Director de Tecnología del ITINTEC; Director de Apoyo al Investigador, Jefe de la Oficina de Política CyT y Director de Ciencia y Tecnología del CONCYTEC. En Canadá fue gerente de proyectos de I+D en el IDRC (Ottawa) y Coordinador para América Latina del Canadian Institute of Biotechnology. En España fue Director Ejecutivo de la Asociación BioEuroLatina donde dirigió el proyecto Europa-América Latina en Alimentos Funcionales y Biotecnología financiado por la CE. En Chile trabajó en la Universidad de Chile en el proyecto multinacional de bioseguridad financiado por la OEA.

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